Presidente de la Corte de Apelaciones de Talca analiza detalles de su gestión ad portas de dejar el cargo
- Lunes 28 de noviembre de 2022
- 15:15 hrs
Foto DER.
Gerardo Bernales, presidente de la Corte de Apelaciones de Talca, realizó un análisis sobre el desempeño del tribunal durante su gestión y las principales dificultades que debió enfrentar frente al contexto sanitario.
El presidente de la Corte de Apelaciones de Talca, Gerardo Bernales, realizó un análisis sobre su gestión durante este año ad portas de dejar el cargo en febrero de 2023. Generó un resumen sobre las principales dificultades que enfrentó el tribunal producto de la crisis sanitaria por el Covid-19, y detalló los desafíos del Poder Judicial en la actualidad.
Bernales partió señalando lo siguiente: “Desde que asumí el cargo, dije que mi característica era trabajar y creo que en ese sentido he podido responder, en lo demás, uno sabe que cuando está a cargo de una jurisdicción tan amplia, como lo es la región del Maule, hay decisiones que pueden no gustar a todo el mundo, pero uno tiene que mirar el bien común y no los intereses particulares”.
Corte de Apelaciones y la pandemia
Un obstáculo importante que tuvo que enfrentar esta gestión fue la normalización del ambiente laboral luego de la crisis sanitaria por el Covid-19, bajo esa línea, el presidente relató que “el tema del teletrabajo no fue suficientemente bien entendido por algunas personas, lo cual ha significado que nos hemos encontrado con gente que está con teletrabajo y está en la feria, en el supermercado, o bien nos hemos encontrado con gente que declaró riesgo y sale a pasear, de viaje o va a recitales de música. No vienen a los tribunales y eso va afectando el clima laboral, porque la gran mayoría deja su día por estar en el trabajo, hacen un muy buen trabajo, y se dan cuenta de que sus colegas no responden de la misma manera que ellos”.
Vuelta a la presencialidad
Afortunadamente, indicó que se tomaron algunas decisiones como por ejemplo “antes de los cambios de protocolos sanitarios nosotros volvimos a la corte con mayor presencialidad, con un 40%, cuando el promedio nacional era de un 28%, y la corte que tenía menos presencialidad tenía un 18%. Entonces nosotros en ese sentido vamos bastante bien”.
Agregó que “Después del 1 de noviembre cambió el sistema y se exigió un 50% mínimo, y nosotros volvimos a la presencialidad total, solo excluyendo a las personas que están en situación de riesgo, entre ellos, adultos mayores o personas con enfermedad acreditada. Y eso ha sido resistido por algunas personas, pero es algo que tenemos que enfrentar en algún momento, hay un deber ético y moral para responder como la gente lo merece. Nosotros fuimos vacunados solo después del personal de salud, tuvimos todas las facilidades para teletrabajar cuando la pandemia estaba en el momento más crítico, y el Poder Judicial nos ha dotado de todos los medios para que nosotros solo tengamos que poner el autocuidado”.
Principales obstáculos tras el retorno a la presencialidad
Referente a otras dificultades que se debieron enfrentar en esta gestión, fue ponerse al día con las causas. Respecto a aquello, detalló que “las causas atrasadas que teníamos en esta corte, producto de la pandemia, de la suspensión de procedimientos que hubo en primera instancia en materia civil, del gran volumen que nosotros manejamos y que significó a partir de noviembre del año pasado que se reactivaran, y que este año no hayamos llenado de causas que no teníamos de dos o tres años, fue algo difícil de enfrentar. Yo mismo recibí el tribunal con causas del año 2019 y hoy estamos casi por terminar con causas solo del año 2022, nos quedan 11 causas de 2020, y 70 causas 2021, lo cual ha significado para nosotros un gran esfuerzo, doy un agradecimiento a todos mis colegas que han podido ayudar en esto, a los relatores particularmente que se han esforzado para poder tener una corte al día a pesar de todas las condiciones”.
Déficit de ministros en la corte
Otro problema importante que destacó el presidente es que “esta Corte de Apelaciones tiene solo siete ministros y eso significa, que por cada ministro hay que realizar 2.557 causas, eso es igual a, un ministro por cada 164 mil personas, en Concepción hay un ministro por 87 mil personas, acá tenemos la mitad de ministros de los que tiene Concepción. La región del Maule tiene casi 1 millón 200 mil habitantes y siete ministros, la región del Biobío tiene 1 millón 600 mil habitantes y tiene 19 ministros, entonces, tenemos un déficit que no ha sido modificado desde el año 1906, y Talca, en estos 116 años ha crecido mucho más del doble y hemos tenido que luchar con eso. Se necesita un aumento de dotación, necesitamos una sala más por lo menos y ahí quedamos al día, porque significan tres ministros más y eso se está gestionando, esperamos que seamos prioridad y que tengamos novedades el próximo año”.
Agregó que “Los fiscales judiciales, por ejemplo, a ellos no les corresponde ingresar a ver causas, porque ven la parte investigativa y disciplinaria de las cortes, e ingresan todos los días por falta de gente. En el caso del presidente, tampoco ingresa a ver las causas y yo he ingresado más de 100 veces en el año, dicen que soy el presidente de corte que más se ha integrado y creo que el que más acuerdos tiene. Esto es excepcional, pero no se puede mantener en el tiempo”.
Funcionarios por zona
Un asunto con el cual también han enfrentado dificultades, es con los funcionarios por zona, sobre ello Bernales explicó que “A todo funcionario público en zonas aisladas se les paga zona, que es un monto extra a su sueldo por vivir en una zona alejada. En el Maule tengo entendido que son quienes están en las comunas de Chanco, Curepto y Cauquenes, y con eso también hemos tenido algunas dificultades porque, por ejemplo, ¿qué pasa si esa persona está teletrabajando y no vive ahí? Entonces son temas que han ido surgiendo, y que tiene que ver la corporación administrativa y eso se resuelve desde Santiago”.
Causas regionales más comunes el último tiempo
El presidente indicó que acá en el Maule también existen causas complejas: “tenemos causas mineras, causas por derecho de agua, sobre todo a partir de septiembre y octubre. En el Maule hay un volumen enorme de causas por violencia intrafamiliar y eso se debe un poco a la pandemia, temas de migración, “funas” por redes sociales que nos llaman la atención porque no existían antes, y otro tema son el de las Isapres, el legislador debiese preocuparse de ese tema, porque nosotros estamos solucionando temas de miles de personas, de familias, cuando eso debiese estar solucionado por ley. El día en que eso se regule correctamente, podremos concentrarnos bien en el resto, pero hoy tenemos 8 mil causas por Isapre y eso no es normal, sin esas causas nos quedan solo mil que atender. La única posibilidad de ponernos al día ha sido trabajando por las tardes”.
Mayor prioridad a nivel país
Sobre la situación actual del poder judicial, el presidente de la Corte de Apelaciones manifestó que “A nivel país los temas que merecen mayor prioridad dicen relación con el acceso a la justicia en general, porque es básicamente el derecho a que yo pueda ejercer mis derechos. Entonces cuando se limita por temas de costo, por temas de cercanía, porque la infraestructura no da para que la adjudicatura sea más rápida, ahí hay que colocar alguna herramienta que nos ayude a mejorar. Nosotros podríamos haber terminado las causas de 2020 hace tres meses atrás, sin embargo, los abogados han suspendido una y otra vez las causas, dilatando todo el proceso, y se da la curiosidad que en una causa por ejemplo vino una persona a decirme ‘sabe que mi causa lleva tres años en la corte y todavía no ve la luz’, nosotros se la pusimos en tabla inmediatamente, pero el abogado de él la suspendió… Cada abogado sabe cómo defender los derechos de sus partes, pero no podemos seguir teniendo una justicia que se demore tanto porque la gente necesita solucionar sus problemas”.
Asumió que “no se atiende con la rapidez que quisiéramos porque no tenemos la capacidad humana para atender todas las causas, que eso pasa en la corte, o porque las partes también tienen sus propios intereses y se alargan los juicios. Uno puede entender que una gran empresa pueda litigar durante años, pero un ciudadano común no puede estar todos esos años, porque no va a tener recursos para pagar el abogado. Pero desde la corte hemos hecho todo lo posible, ahora si las partes no hacen lo posible para que las causas se vean, es algo que cada uno tendrá que resolver en su conciencia”.
Concluyó reflexionando lo siguiente: “Que una persona tenga la tranquilidad de que le van a pagar su pensión de alimentos, de que va a tener la custodia de sus hijos, o que le van a pagar la indemnización por un despido injustificado, o que le van a devolver su casa arrendada, o le van a pagar su deuda, son temas civiles que debiesen preocuparnos a todos porque cuando la gente no logra eso en el tiempo oportuno, uno lo que está haciendo es negarle sus derechos fundamentales”.