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La falta de efectividad del “Plan Calle sin Violencia” en la Región del Maule

  • Sábado 10 de agosto de 2024
  • 15:59 hrs

Por Juan Eduardo Prieto, candidato a gobernador regional por el Maule.

Los recientes datos de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) han revelado una realidad preocupante: la victimización de hogares en la región del Maule ha aumentado un 15,5%. Este alarmante incremento pone en tela de juicio la efectividad del Plan Calle sin Violencia una iniciativa que fue implementada con la promesa de reducir la criminalidad y devolver la tranquilidad a las calles de Talca y otras ciudades de la región.

El Plan Calle Sin Violencia, desde su inicio, tenía como objetivo primordial enfrentar el flagelo de la delincuencia mediante un incremento de la presencia policial en las calles, la instalación de cámaras de vigilancia y el fortalecimiento de la cooperación entre las comunidades y las autoridades. Sin embargo, los números actuales parecen indicar que estas medidas no han sido suficientes o, peor aún, que no han sido implementadas de manera eficaz.

El aumento de la victimización no solo es una cifra más en las estadísticas, sino un reflejo directo de la sensación de inseguridad que sigue persistiendo en la población. Las familias de Talca y del Maule, en general, están viendo cómo su calidad de vida se deteriora a medida que el temor a ser víctimas de un delito se vuelve una constante en su día a día. Esta situación es inaceptable en una sociedad que aspira a ser moderna y segura.

Cabe preguntarse entonces, ¿qué ha fallado en el Plan Calle sin Violencia? Posiblemente, una de las mayores deficiencias ha sido la falta de una estrategia integral que aborde las raíces del problema, más allá de la simple vigilancia. La delincuencia en la región del Maule, como en muchas otras partes del país, está ligada a factores socioeconómicos, la falta de oportunidades laborales y educativas, y la creciente desigualdad. Sin un enfoque que ataque estas causas profundas, cualquier medida de seguridad será un parche temporal que no resolverá el problema de fondo.

Además, la comunidad siente que no ha habido una comunicación efectiva por parte de las autoridades locales. Las medidas del Plan Calle sin Violencia parecen haber sido implementadas de manera vertical, sin un diálogo real con los ciudadanos, quienes son los más afectados por la delincuencia. La seguridad es un esfuerzo conjunto que requiere la participación activa de la comunidad, y cuando esta se siente excluida, las políticas pierden legitimidad y efectividad.

Es esencial promover la colaboración entre distintos sectores (público, privado, académico) para desarrollar soluciones innovadoras en materia de seguridad. Este enfoque, que forma parte de mi programa para la región, permitirá abordar la criminalidad desde diferentes ángulos, integrando tecnología, educación y participación ciudadana, lo que fortalecerá el impacto de las políticas de seguridad y permitirá un entorno más seguro para todos.

Estos resultados de la ENUSC deben ser un llamado de atención urgente para revisar y replantear las estrategias de seguridad en Talca y en toda la región del Maule. No se trata solo de aumentar la vigilancia, sino de generar un cambio estructural que garantice oportunidades para todos y un entorno seguro y digno para vivir. La seguridad no puede seguir siendo una promesa incumplida; debe convertirse en una realidad palpable para todos los ciudadanos.