Hermanas Guerrero: madres de las pichangas más frescas y el vino más dulce de Talca

Con un lento andar, espalda encorvada, tímida sonrisa y una dulce mirada, las icónicas hermanas Guerrero recibieron al equipo de Diarios en Red para contar parte de su historia que comenzó hace 62 años.

Rosa Esther (84) y Regina del Carmen (83) Guerrero, son conocidas en Talca, por seguir el legado que comenzó su padre al abrir el restobar “Don Carlos” en 1959. Sus frescas pichangas y su dulce chicha y vino, las hicieron famosas no solo en la región, sino que a lo largo de Chile y el mundo.

“Creo que lo que ofrecemos es especial porque todos nuestros productos son frescos, todo se prepara en el momento, tenemos los mismos proveedores de cuando comenzamos, porque la calidad es muy importante para nosotras”, dice Rosa Esther mientras prueba un poco de chicha que viene llegando directamente de Santa Rosa de Lavaderos, dándole inmediata aprobación a Carlos, quien les ayuda a embotellar un par de veces a la semana.



La pandemia las afectó de manera importante en un comienzo, ya no son las hermanas del año 60’, ahora ambas son adultas mayores, y pertenecen a los grupos de riesgo, por lo que tomaron la decisión de cerrar las puertas de su local por un mes completo en cuando se enteraron de la llegada del Covid-19.

“Cerramos, pero luego decidimos atender desde el portón y vender los productos para llevar, algunas personas tienen nuestros celulares, nos llaman y nos dicen a qué hora van a  pasar a retirar”, explicó Regina, quien al mismo tiempo que su hermana, muestra su teléfono de teclas para que el equipo anote sus números que están escritos en la parte trasera del dispositivo.

EL FUTURO DEL NEGOCIO

Hablan con resignación sobre el futuro de su negocio, y es que sólo Regina tuvo una hija, Patricia, quien vive con ellas pero no quiere seguir con el restobar. “Esto les gusta a ellas, esto no es mi mundo, a mi siempre me ha gustado viajar, me gusta el arte, no podría permanecer en la casa y seguir con el negocio, lo hemos conversado y ellas lo entienden”, expresó Patricia, quien también nos acompañó en la entrevista.

Sobre su vida con las hermanas Guerrero, contó algunos aspectos bastante divertidos. “Ellas se levantan a las 09:00, no desayunan, y lo primero que hacen es pensar en qué van a hacer de almuerzo. Una vez vestidas, comienzan a preparar su comida, y les encanta picar mientras lo hacen, finalmente almuerzan como a las 11:30 y atienden su negocio. Luego toman once a las 17:00 horas y comen nuevamente a las 20:00, están todo el día en eso”, dice entre risas.


HERMANAS GUERRERO SOBRE TALCA

Cuando se les pregunta por los aspectos que deberían mejorar en la ciudad, ambas nos dicen que la seguridad es un tema importante. “Nos han intentado entrar a robar cuatro veces, por eso tenemos esas púas sobre el portón, Patricia ha salido en nuestra defensa. También han venido personas que se han ido sin pagar, e incluso nos han robado cosas tan banales como los cubiertos, las paneras y los jarritos de vino” relató Rosa Esther, haciendo referencia a que hay malos hábitos culturales entre la comunidad. 

Actualmente ambas tienen problemas de salud, mientras que Rosa ha sobrevivido a dos cáncer, Regina, se está recuperando de una trombosis y se encuentra controlando sus taquicardias. A pesar de aquello, ambas dicen haber disfrutado de la vida, ya que, organizaron paseos con la comunidad, donde conocieron lugares hermosos de Chile.

Sumado a esas experiencias, señalan haber tenido la dicha de ser declaradas hijas ilustres de Talca, hecho que les genera un gran orgullo y felicidad por lo que solo piden que la vida les de salud, para seguir entregando tradición a la comunidad que las ha valorado con tanto cariño. Para encontrarlas y comprar algunos de sus productos, visitar la calle 10 sur entre 12 y 13 oriente.